miércoles, 22 de noviembre de 2017

LUIS GARCÍA BERLANGA, comedia coral - CAU II

LA COMEDIA CORAL, etimológicamente, toma la definición de la forma musical del coro, pero en el cine se diferencia por qué hay una serie de personajes igualmente importantes, y en que sus destinos se entrecruzan en un punto de la película. Por otro lado el diccionario del cine lo define como «entrecruzamiento de crónicas dramáticas.»
 
En definitiva, una película coral es un tipo de película o género cinematográfico en la que la tensión narrativa se divide en varios personajes haciendo que normalmente no haya un protagonista único en la obra. Se trata de que a partir de un incidente, varios personajes tomen un camino común, que pueden cruzarse o no al final de la película.
 
Los diálogos de una película coral reflejan el ambiente de la película pero no avanzan la acción puesto que apenas posee argumento, por ejemplo en Plácido de Luis García Berlanga (1961). El espectador se identifica con todos y ninguno de los personajes que pierden o ganan peso argumental según lo requiere el guionista. El hecho de utilizar tantos personajes puede llegar a confundir al espectador por lo que es muy difícil conseguir una película coral.

Dos de los problemas más frecuentes en este tipo de género es el que se causa al insertar demasiados personajes haciendo que no se puede profundizar en los mismos, y otro el revestir de azar el resultado del cruce de los personajes. Aunque también puede pasar que se preste demasiada atención a uno de los personajes en perjuicio de los otros.

Aquí podemos ver un resumen de la temática de la obra de Berlanga.
Y aquí un vínculo que también nos cuenta la trayectoria de Berlanga, más amplio y con vínculos a películas. 

ACTIVIDAD: selecciona escenas de las películas más representativas de Berlanga. 
Trailer de Bienvenido Mr. Marshall (averigua qué era el Plan Marshall)
Fragmento de El verdugo (Azcona se inspiró para escribir el guión en la última mujer ajusticiada a garrote vil en España cuatro años antes. El verdugo se negó a ejecutarla, por lo que hubo que emborracharlo y llevarlo a rastras hasta el patíbulo. Estrenada en septiembre de 1963 en el Festival de Cine de Venecia, fue galardonada con el Premio de la Crítica Internacional, lo que provocó en España un escándalo gigantesco. El embajador español en Roma fue el primero en darse cuenta de la torpeza que había tenido la censura que, tras unos cortes previos, consideró la película como “inofensiva y sin peligro a nivel ideológico” y no logró neutralizar la carga subversiva de una España mísera, triste y amordazada y denunciaba a esta comedia como una “maniobra de la propaganda comunista y anarquista” y a su director como “compañero de viaje de los comunistas”; el mismo Franco tildó a Berlanga de “mal español”. Pero un suceso inesperado convirtió la película en un alegato contra la pena de muerte: dos semanas antes del estreno se ejecutó a garrote vil a dos acusados de poner dos bombas en Madrid que solo causaron heridos. Un asesinato legal de la dictadura ya que,
33 años después, los verdaderos autores se autoinculparon públicamente en Francia de los hechos)