Afirmaba Pablo Picasso, pintor genial y perspicaz creador de
aforismos, que “el artista es un receptáculo de emociones que vienen de
cualquier sitio: del cielo, de la tierra, de un pedazo de papel, de una
sombra pasajera o de una telaraña”. Daito Manabe -compositor, diseñador,
programador y DJ- sigue la máxima de Picasso hasta las últimas
consecuencias. Él mismo describe su trabajo como una reinterpretación de
fenómenos o temas familiares aplicando puntos de vista diferentes de
los habituales, y buscando siempre interacciones entre el hombre y las
máquinas. Esto le ha llevado a experimentos tan peculiares como
transformar rostros humanos en cajas de ritmo, usar calzado deportivo
como mezclador de audio o diseñar shows interactivos en los que se
entrelazan el videomapping con la danza contemporanea.
Manabe
desarrolla distintos proyectos educativos junto con el MIT Media Lab en
Estados Unidos y A Fabrica de Benetton en Italia, dos de los centros más
importantes del mundo en la vanguardia creativa. Vanguardia en la que
el japonés ocupa un lugar privilegiado, especialmente en cuanto al uso
de las tecnologías “de una manera que nadie había hecho nunca o que aún
estaba sin empezar”, como él mismo afirma. Una exploración que le lleva a
confiar en que nos espera “un gran escenario artístico en el futuro”.
Extraído de EL PAÍS digital, 17-04-2016.